En la ciudad de Fullerton, en el condado de Orange, cerca de 50 personas se vieronobligadas a abandonar sus hogaresdebido al temor de daños en las construcciones. La empresa de servicios Southern California Edison informó de un apagón temporal que afectó a unos 2.000 clientes tras el movimiento tectónico.
El Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS por sus siglas en inglés) dijo que el temblor ocurrió alrededor de las 9:09 de la noche del viernes y que tuvo su epicentro cerca de Brea, en el condado de Orange, a unos 32 kilómetros (20 millas) al sureste del centro de Los Ángeles, y a una profundidad de 5 kilómetros.
El movimiento se sintió tan al sur, como San Diego, cerca de la frontera con México, y tan al norte como el condado de Ventura, según informes en internet de residentes, compilados por el USGS.
Se reportaron vidrios rotos, fugas de gas y de agua, y un derrumbe de rocas en un cerro cerca del epicentro, según información difundida por las autoridades locales a través de sus cuentas de Twitter.
Tom Connolly, un empleado de Boeing que vive en La Mirada, cerca de La Habra, dijo que el sismo se sintió durante unos 30 segundos.
“El temblor fue bastante fuerte. Fue largo y parecía que no iba a terminar”, declaro Connoly por teléfono a The Associated Press.
“Comenzó con fuerza, así que nos asustó un poco. Las personas permanecieron tranquilas y comenzaron a abrazarse unas con otras. Dio algo de miedo”, agregó.
Autoridades de seguridad pública dijeron que trabajadores comenzaron de inmediato a inspeccionar puentes, presas y demás infraestructura en un intento por ubicar daños.
La policía de Brea dijo que un derrumbe de rocas tuvo lugar en una zona del cañón del Carbón.
Diversas personas que llamaron a la estación KNX-AM dijeron haber visto la caída de una pared de ladrillos, un derrame de agua en una piscina así como movimiento de cables y árboles.
Uno de quienes llamaron dijo que se encontraba en el vestíbulo de un cine cuando comenzó el sismo. “Los vidrios vibraban”, afirmó. “Comenzó como un vaivén y después a la sacudida. Muchos salieron corriendo y se sostenían unos a otros en las calles”, afirmó.
El sismo del viernes ocurrió una semana después de que otro de magnitud 4,4 que tuvo su epicentro en el Valle de San Fernando afectara antes de la madrugada una franja de territorio en el sur de California.
El movimiento telúrico bamboleó inmuebles y provocó nerviosismo, pero no daños de consideración.
El sur de California no ha registrado un sismo devastador como el de magnitud 6,7 de 1994 en Northridge que dejó decenas de muertos y daños por 25.000 millones de dólares.
(Fuente: elnuevoherald.com)
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