Uno de los ases que el ejército de los EE. UU guardaba en la manga, es la capacidad de sus cazas de quinta generación, sobre todo para evitar ser detectados por el enemigo. De hecho, en combate es muy difícil detectar y derribar a aeronaves como el F-35, dado su diseño y la velocidad a la que operan entre otros factores.
Ese era quizás el mayor secreto militar de los EE. UU… Hasta hoy…
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